Mármol Travertino


Mármol Travertino

El mármol travertino es una piedra natural que ha sido valorada por su belleza y durabilidad desde la antigüedad. Este tipo de mármol, caracterizado por sus tonos cálidos y su textura porosa, proviene principalmente de depósitos de piedra caliza formados por la precipitación de carbonato de calcio en aguas termales y manantiales. Con el tiempo, estos depósitos forman capas que adquieren una apariencia veteada y porosa, distintiva de este material.

Historia 

La historia del travertino se remonta a las civilizaciones antiguas. Los romanos fueron pioneros en su uso arquitectónico y ornamental, aprovechando su disponibilidad en la región de Tívoli, cerca de Roma. Entre las construcciones más emblemáticas hechas con travertino se encuentran el Coliseo, la Basílica de San Pedro y las fuentes romanas, que todavía muestran la durabilidad y elegancia de esta piedra.

El nombre "travertino" deriva del latín tiburtinus, refiriéndose a la antigua ciudad de Tívoli, de donde los romanos extraían el material. Desde entonces, el travertino se ha usado en toda Europa y más allá, con resurgimientos en el Renacimiento y popularidad en estilos arquitectónicos modernos y contemporáneos.

Características 

Textura y Apariencia: El travertino tiene una apariencia porosa, con huecos y ranuras que le dan un aspecto rústico y elegante a la vez. Su color varía desde tonos claros, como el blanco y el beige, hasta tonalidades más profundas, como el dorado, marrón y gris.

Durabilidad: El mármol travertino es altamente resistente y duradero. Sus propiedades naturales lo hacen adecuado tanto para interiores como exteriores, resistiendo el clima y el paso del tiempo.

Porosidad: La porosidad es una de sus características más distintivas. Estos poros pueden rellenarse para obtener una superficie más lisa o dejarse en su estado natural para un acabado más rústico. 

    Aplicaciones 

    Por sus propiedades, el travertino es un material versátil que se utiliza en pisos, revestimientos de paredes, encimeras, escaleras, fuentes y elementos decorativos. Su resistencia a la intemperie y sus tonos naturales lo convierten en una elección común para patios, terrazas, fachadas y piscinas, además de interiores como baños y cocinas.

    Mantenimiento

    El travertino requiere algunos cuidados específicos. Su superficie porosa debe sellarse para evitar que se manche o deteriore, especialmente en áreas de alto tráfico o humedad. Es recomendable limpiar el travertino con productos específicos para piedra natural y evitar el uso de limpiadores ácidos que pueden dañar su superficie.

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